En está película se trata una cuestión que la mayoría de nosotros nos hemos preguntado muchas veces: ¿Podrán las máquinas algún día llegar a sentir?
Esto es algo que nosotros no sabemos y que ahora mismo nos parece imposible ya que son muy diferentes a nosotros, no tienen vida y han sido creadas por el hombre, por lo cual están programadas para actuar sin ningún tipo de sentimientos.
Yo, Robot es una película en la que se consiguen crear robots inteligentes de los cuales uno de ellos adquiere capacidad moral, posee sentimientos propios de un ser humanos, es diferente a los demás y puede elegir que hacer. Esto establece y plantea los problemas de las tres leyes de la robótica:
1. Un robot no puede hacer daño a un ser humano o, por su inacción, permitir que un ser humano sufra daño.
2. Un robot debe obedecer las órdenes dadas por los seres humanos, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.
Estas leyes surgen como medida de protección para los seres humanos frente a un temor que el ser humano desarrollaría frente a unas máquinas que hipotéticamente pudieran rebelarse y alzarse contra sus creadores.
En esta película se confía plenamente en estos robots, regidos por las tres leyes mencionadas arriba, hasta tal punto que nadie cree que pueda existir un fallo en alguno de ellos hasta que se rebelan contra ellos controlados por otro robot creado especialmente para aplicarle estas leyes, solo uno de ellos es capaz de escapar a este control ya que ha logrado obtener sentimientos, y será el que consiga salvar a los humanos y acabar con esta rebelión.
Marian Paredes Serrano
1º Bachillerato DC
1º Bachillerato DC
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